Es curioso como al leer(te) y releer(te) hago breves pausas en esos temores que no interpreto en vos por ningún lado.
Señor bonito, señor extraño. Extrañamente diferente y diferentemente inverso y opuesto..
Qué! ¿Qué será lo que sientes? -Me pregunto-
Aún es parte de vos la seriedad o la sequía , aún será complicado;
tendrás miedo a..? miedo de...?
Y acá estoy, pensándote, tratando de hallarte mil respuestas, de sentirte más cerca aunque quiera limitarme. Porque no sé cómo decirte que siento deseos de verte para jugar a que me veas y no nos veamos; para poder creer que es posible que justamente yo sea quién te interese o quien te guste.
Y se me hace impensable, intocable, indescifrable, incomprensible, inexplicable... porque soy buena con esa cuestión de mil palabras y no encuentro una sola para mencionarlo a usted, cuando es mi corazón o mi pecho el que anda evocándolo; y sos solo eso y muchísimo más que "todo esto"...
Porque para mi sos como un hombre que no es como todos los que yo hubiese podido conocer en el mundo; porque usted es simplemente tan único, tan exclusivo; que es tanto que ni se me parece a otros que tienen cara de Carlos o de Andrés o de Juan o de algún otro nombre de hombre.. No, usted es mucho más que eso.
Lo que importa en todo caso es que no sé ni para qué me pongo con tantos rodeos si lo único que yo quiero expresarle, lo único que quiero decirle es que usted es una cosa de locos, que es un hombre como ningún otro; con características que cautivan eso que soy... Porque usted es precisamente eso, un loco extrañamente extraño y diferentemente diferente.. ¿Ahora comprende por qué tengo miedo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario