Y aquel chico genial dijo aquella madrugada mientras con su amiga hablaba y filosofaban:
No se que es lo que tienes que me haces adicto solo se que lo tienes,
es ese algo indescifrable que me hace imposible dejar de hablarte,
ese algo que hace que me resultes muy agradable,
pero no me importa que nunca llegue descifrarlo solo me importa que nunca ese algo llegue a faltarte.
Mi compañera de esas largas noches de desvelo, compañera de desgracias y desventuras pero tambien de risas y alegrias de este mundo virtual, lleno de caras que nucna vemos, risas que nunca oimosy verdades de las cuales muchas veces dudamos, que nos sentimos tan cercanos por momentos pero realmente estamos tan lejanos.
Luego fue su amiga quien responde a sus adorables e inefables palabras:
Buenos días, buenas tardes, buenas noches, me gusta cada saludo, cada saludo a cada hora distinta, cada charla contigo es como una charla con pensamientos comunes de mi cabeza, pensamientos comunes que tenemos tu y yo, pensamientos de arte, pensamientos de risas y pensamientos de desamores que normalmente pasan por nuestras vidas.
En todo el día, no sé qué es lo que tienen nuestras palabras o nuestras presencias lejanas,
No sé qué es esa clase de palabras que tanto decimos que nos agradan tanto,
Pero seguro algo tienen porque nos hacen sentir bien, nos hacen agradarnos, nos hacen ponernos feliz.
Aunque mucho pienso que esas palabras debería poder escucharlas algún día,
David Osorio y yo quisiera que nos viéramos y así... siendo así no sé cuánto podrían durar nuestro encuentros
o nuestras despedidas, al menos tan solo serán algo que repetiriamos seguramente con un buen agrado,
volveríamos una y otra vez a las noches virtuales de alegría y adicción para ambos.
Anita Pérez
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