cae una tormenta, suenan truenos y relámpagos,
los árboles sienten por fin el agua, el agua que les calma su sed,
sed que han tenido durante lárgos días de sol y poca agua.
El día es gris, no siento frío a pesar de que sé que está haciendo bastante,
me huele a humedad, miro por mi ventana y me causa nostalgia,
pero me gusta, me gusta ver la lluvia y el cielo blanco...
Ese cielo blanco y la lluvia helada que corre por fuera de mi ventana
me hace recordar cuando alguna vez caminaba por la calle, las calles vacías
las que me conducían a ese lugar lleno de tranquilidad.
me trae todo un recuerdo diferente, cada recuerdo de mi vida,
de algunos instantes de soledad, otros de alegría momentánea.
Y ahora, ahora simplemente me hallo sentada en una silla junto a mi balcón,
recibiendo lluvia, esa lluvia que cae en mi rostro...
Nada más me queda decirme a mi misma y gritarle al mundo
que esa lluvia, esos días de nostalgia, esos truenos que suenan en tu cabeza,
pueden convertirse en los días más soleados y suaves que alguna vez vivimos...
Anita Pérez
Anita Pérez
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