ilusiones altamente peligrosas

Y ahora vuelvo de nuevo al "solitario" pero invadido lugar donde solíamos encontrarnos,

el lugar donde nos llenábamos de miradas y de sonrisas,

donde quizás compartíamos unas cuantas palabras.

He vuelto, pero hoy... hoy es diferentemente diferente,

extrañamente extraño y ahora es tan ficticio como una película.

Y sí, he vuelto de nuevo para mirarte ahora desde lo lejos,

de esquina a esquina, de extremo a extremo,

te veo donde normalmente te sientas y piensas en tu fantasma,

ese fantasma que odio ya que no deja que termines tus oraciones,

tus palabras suaves o fuertes que sueles comenzar y dejar en puntos suspensivos.

Y te juro que ahora no sé qué hago escribiendo,

escribiéndote a ti, precisamente a ti,

la persona que parece no prestar atención, no prestarme atención.

Pero ya lo ves, y ahora ya lo veo,

esto se trata de ilusiones altamente peligrosas, 

así como las que sueles darme...

tus ilusiones de cariño, de amor, de alegría y de felicidad;

ilusiones que solo están en mi imaginación porque ahora simplemente ya no las veo,

porque estas no existen y creo que nunca existieron.

                                                           Anita Pérez